¿Sería ésta la niña de Rajoy?
Ayer presencié estupefacta una de las noticias que más me ha conmovido en los últimos años. Un bebe de tan sólo 20 días murió a causa de los ataques de los militares israelíes a la Yihad Islámica. Al escribir esto, ya ni siquiera sé cómo seguir. Horrorizada, llena de rabia y montada en cólera, me levanté del sofá y a gritos me alejé de la televisión. Después, fríamente pensé ¿Sería ésta la niña de Rajoy?
Pero después recapacite. No puede serlo. Esta niña nunca va a poder tener una vivienda digna, es más, ni sus padres la tenían antes de que la asesinaran a ella. Tampoco va a poder ir al colegio, ni estudiar la carrera que ella quiera y un máster para tener más opciones de un futuro laboral digno. Ya no va a poder aprender idiomas, ya no va a tener la opción de viajar por el mundo. Ni siquiera va a poder moverse de su pequeño ataúd.
20 días, sólo contaba con 20 días de vida. No le ha dado tiempo a mirar a la mujer que le trajo a la vida, ni a sus hermanos, ni a sus vecinos con los que, probablemente dentro de unos años estaría jugando en las calles de su barrio. ¿Cuál habría sido su primera palabra? Ya nadie lo va a saber nunca más. ¿Y su futuro? Ahora, nulo.
Ni siquiera le han dado tiempo a odiar a unos o amar a otros. A estar en contra de la represión israelí en su país o inclinarse del otro lado de la franja de Gaza. Nadie sabía de su inclinación política, porque ni siquiera ella todavía la tenía. Apenas habría los ojos y movía sus pequeñas manos. Sólo sabía llorar cuando tenía hambre o sueño. Su madre todavía no había aprendido a disfrutar de ella.
Pero, si estupor me produjo la noticia, más consternación he sufrido hoy. Apenas ningún medio destaca esta noticia y la mayoría ni siquiera la nombran. Es una más entre los muchos seres humanos que los horrores de la guerra y enfrentamientos políticos se ha cobrado. Sólo una más para la cuenta, ni siquiera una noticia y en los pocos medios que ha aparecido, la sociedad, como suele ser costumbre, habrá cambiado de canal, pasado de página o variado la frecuencia de la radio.
Y yo me pregunto, por mucho que no sea española, ¿esta niña también está en el corazón de Rajoy?
Pero después recapacite. No puede serlo. Esta niña nunca va a poder tener una vivienda digna, es más, ni sus padres la tenían antes de que la asesinaran a ella. Tampoco va a poder ir al colegio, ni estudiar la carrera que ella quiera y un máster para tener más opciones de un futuro laboral digno. Ya no va a poder aprender idiomas, ya no va a tener la opción de viajar por el mundo. Ni siquiera va a poder moverse de su pequeño ataúd.
20 días, sólo contaba con 20 días de vida. No le ha dado tiempo a mirar a la mujer que le trajo a la vida, ni a sus hermanos, ni a sus vecinos con los que, probablemente dentro de unos años estaría jugando en las calles de su barrio. ¿Cuál habría sido su primera palabra? Ya nadie lo va a saber nunca más. ¿Y su futuro? Ahora, nulo.
Ni siquiera le han dado tiempo a odiar a unos o amar a otros. A estar en contra de la represión israelí en su país o inclinarse del otro lado de la franja de Gaza. Nadie sabía de su inclinación política, porque ni siquiera ella todavía la tenía. Apenas habría los ojos y movía sus pequeñas manos. Sólo sabía llorar cuando tenía hambre o sueño. Su madre todavía no había aprendido a disfrutar de ella.
Pero, si estupor me produjo la noticia, más consternación he sufrido hoy. Apenas ningún medio destaca esta noticia y la mayoría ni siquiera la nombran. Es una más entre los muchos seres humanos que los horrores de la guerra y enfrentamientos políticos se ha cobrado. Sólo una más para la cuenta, ni siquiera una noticia y en los pocos medios que ha aparecido, la sociedad, como suele ser costumbre, habrá cambiado de canal, pasado de página o variado la frecuencia de la radio.
Y yo me pregunto, por mucho que no sea española, ¿esta niña también está en el corazón de Rajoy?
Etiquetas: Conflicto Israel- Palestina
6 comentarios:
Me parece totalmente demagogo y sacando fuera de contexto la gilipoyez de la "niña".
Aún así escribes bien.
No sé si permites consejos, pero lo que más se agradece de un periodista, o de alguien que quiere llegar a ser periodistas es una mirada critica, una mirada que no esté polarizada. Y no digo que sea totalmente aséptica porque esa no existe, todos tenemos unos valores, pero sí una mirada neutra, que es bien diferente.
Tu mirada, aunque no pretenda ser neutra, sino una mirada más pierde interés por eso mismo, por no ser una mirada para todos.
Cuando cambiarán los israelís...
Respecto al primer comentario, creo que está equivocado. Ella hila dos temas de "acyualidad". En tre comillas porque ya veis el distinto protagonismo que tiene una y otra noticia.
En este artículo hay un crítica a los medios de comunicación actuales, que se empeñan en no contar las cosas importantes, si no las que venden. Una niña muerta a quién le puede interesar cuando podemos hablar de la niña de Rajoy, de las absurdas promesas electorales, de la eliminación en Champions del Madrid,... vamos cosas realmente importantes.
Por otro lado, es una crítica a la situación que se vive en Oriente Próximo. Para muchos de nosotros, en esa zona siempre hemos conocido el estado de guerra. Esperemos ver algún día la paz.
Pelayo G. Llanes
sientondolo mucho, israel es una potencia gracias a su gran amigo eeuu, esto no va a cambiar
lo que a mi me molesta es que al dia mueren millones de niños menores de 3 años en africa y por eso no saltas en rabia y colera?
Los occidentales solo vemos la verdad que queremos...
Hilar es muy generoso, generoso para con unos, pero en el fondo no viene a ser otra cosa que una crítica velada, aunque no mucho la verdad.
Mezclar una niña muerta con lo que dijo Rajoy me parece muy desafortunado más, pensando en los términos en los que lo hizo.
Una cosa es empezar con la trascendencia de una niña imaginaria como la de Rajoy, para trasladarnos a una niña real con una historia desafortunada (pero desvinculando a Rajoy con la fallecida) y otra mezclarlas y acabar con un...¿estará la niña que falleció en la mente de Rajoy? Me parece totalmente injusto y de una total falta de altura de miras.
La pretendida crítica a Oriente Próximo acabo en este artículo mezclada en un batiburrillo con la niña de Rajoy.
Así y con todo deja de ser algo con intención más allá de la lágrima fácil con tintes políticos, porque eso es lo que se desprende del texto, no me paro a interpretar lo que quiso decir, eso sólo lo sabe ella.
Miguel, el primero era mío también.
Hola a todos
Muchas gracias por vuestros comentarios. Sólo añadir que, al ver la noticia, me pareció interesante poner estos dos acontecimientos hilados y así poder contrastar la diferencia mediática que han tenido cada uno y, por consiguiente, el adormecimiento de la sociedad frente a este tipo de temas que, a pesar de ser una niña de tan sólo 20 días, ha pasado desapercibida, por lo saturados que estamos de ver cifras de muertos en Irak, Israel y Palestina.
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